Honda Civic LSi

Honda Civic LSi
Mi primer coche

27 de septiembre de 2007

En el carril de aceleración

Como comentaba ayer, hoy hablaré sobre la tercera y el carril de aceleración.

Pensando que el ruido podría dañar el motor de mi coche, me había acostumbrado a meter cuarta lo antes posible.

Eso hacía que para entrar en la autopista fuera en tercera por el carril de aceleración. Si no venía nadie, aceleraba más y metía cuarta.

De hecho, en muchas ocasiones simplemente aceleraba hasta meter cuarta, y entonces miraba si venía alguien (el carril de aceleración era largo y con buena visibilidad claro). Por tanto, frenar era una tarea que quedaba relegada exclusivamente al freno, en ess circunstancias, porque el freno motor no existía en cuarta.


Esto fue lo que me hizo ver Josep. Ibamos en su coche. Y me mostró cómo acelerar en un carril de aceleración usando sólo tercera.

La teoría es bien siempre. No hagas el memo. Olvida el ruido del motor. El motor está diseñado para soportar ese esfuerzo.

Josep iba por un carril de aceleración (había muy poco tráfico). Era un carril muy largo (de los pocos que hay así). Aceleró para coger velocidad, todo el rato en tercera.

Cuando ya llevaba una buena velocidad, propuso un caso que se da con frecuencia. Imagina que por el carril contiguo viene un vehículo. Le tienes que ceder el paso. Si vas en cuarta, tendrás que frenar, porque el freno motor no actúa.

Pero si vas en tercera, simplemente aceleras menos. Y lo hizo. Aflojó un poco, y el freno motor hizo que su coche se frenara.


De esa forma me mostró el uso de la tercera para dominar el coche y evitar que cualquier maniobra que implique frenar quede en manos del freno exclusivamente.

Resumen
Es bueno acelerar con la tercera marcha engranada, hasta haberse incorporado a la autopista. Con la tercera el freno motor puede actuar, ayudando al freno de pie.

Si se cambia de marcha, a cuarta, el freno motor no actúa, y el dominio del coche en caso de frenada queda exclusivamente en manos del freno de pie.

¡¡ Coche, coche !!

Mi calle tiene forma de L. Yo entraba por la parte corta de esa L. Luego giré a la izquierda, hacia el tramo largo de la L.

Ese tramo largo hace curva a la derecha, y va cuesta arriba. Por tanto tiene mala visiblidad y cualquier persona con dos dedos de frente circula a baja velocidad.

Como decía, después de girar a la izquierda, para ir por el tramo largo de esa L, veo que aparece un niño en una biclicleta.

El niño me ve y se echa a un lado (a su derecha; sabía conducir ese niño). Yo me arrimo a mi derecha también.

Pero el niño, a parte de esquivarme, gira la cabeza hacia atrás y grita a todo pulmón:

¡¡ Coche, coche !!

Un segundo después aparecen cinco o seis niños más a todo trapo (ya digo, ese tramo es de subida para mi, en mi sentido; pero para los niños era de bajada) y que, gracias a su amigo, me esquivaron sin problemas.

De hecho, esquivar me hubieran esquivado igual. Para lo que realmente sirvió su grito fue para advertirme a mí que venían más niños en bici por la calzada. Paré el coche y esperé que pasaran.

Luego continué, buscando un lugar donde aparcar.

Si hubiera llegado un poco antes, no habría tenido tiempo de verlos. Ellos hubieran oido el ruido del motor de mi coche, pero yo hubiera tardado en verlos. Para colmo iba mirando si veía un hueco para aparcar.

:-)

PD: la calle es casi una calle vecinal, pasan muy pocos coches por ella, y casi todos somos vecinos, que ya vamos con cuidado. Por si acaso.

26 de septiembre de 2007

¡¡ Frena, frena !!

Problema 2: retener el coche con el embrague
A veces vengo con un compañero de trabajo desde Sant Cugat a Barcelona. Casi siempre por la C-58, hacia el Nús de la Trinitat. Y casi siempre hay atasco (yo contribuyo con entusiasmo a aumentar el atasco, ya que añado un coche nuevo que el año pasado no provocaba atascos, porque aún no conducía).

Tengo la mala costumbre de frenar muy tarde, cuando voy en autopista. Y para colmo voy en cuarta o quinta. Mi copiloto no puede resistir la tensión y (casi) grita:
¡¡ Frena, frena !!

Yo, como piloto (bueeeeno, vaaale; conductor) veo que el turismo que tengo delante de mis narices aún está lejos, y que podré frenar sin problemas. Pero mi copiloto (vaaale, acompañante) entra en estado de histeria total y a punto está de bajarse del coche, en marcha y todo.


El viernes, hablando con Josep, me hizo notar que no es nada bueno circular como circulo yo. Es mejor usar segunda o tercera, para que el freno motor retenga al coche. La falta de esa retención provoca en mis pasajeros la sensación de falta de control de mi vehículo.

De hecho, mi vehículo va sin control, confiando totalmente en que los frenos no decidan hacer vacaciones o sufrir una muerte súbita (o sea, dejar de funcionar) para no perder realmente el control.

Si redujera a tercera, el freno motor evitaría que el coche fuera casi en punto muerto. Que es lo que pasa si voy en cuarta o quinta, que van muy bien para mantener una velocidad alta, pero son nefastas para frenar el coche.


Desde entonces intento reducir a tercera cuando veo retención. Hoy mi compi de trabajo no se ha quejado, así que algo habré mejorado.


Mañana explicaré (con el permiso de Josep, por supuesto) como aprovechar la tercera para incorporarme a una autopista con el vehículo perfectamente controlado.

Pasado, lo que son las marchas largas y lo que son las marchas cortas.

:-)

(dedicado a JSAF, mi copiloto; bueeeno, acompañante )

25 de septiembre de 2007

[Off-topic] Es niña, es niña

Hoy mi jefe ha sido padre de una niña.

¡¡ FELICIDADES, XAVI !!


(ya se que no soy muy original, pero no se me ocurre nada más que decir)

Embrague

Problema 1: embrague
Como lo prometido es deuda, iré poniendo posts (no puedo precisar cuantos) explicando detalles que salieron el viernes y que pueden ser interesantes para muchas personas (empezando por mí mismo).

Un tema que tenía todos los números para salir era el uso que hacía yo del embrague. Y salío.

No siempre, pero en algunas ocasiones suelto el embrague un pelín bruscamente. Yo pensaba que lo hacía mejor que el Alonso, pero por lo visto el no tener abuela ha sido mi perdición.

Al soltar el embrague demasiado rápido el coche da unos tirones, molestos para los acompañantes, y perjudiciales para el embrague. El embrague está compuesto (entre otras piezas) de dos discos que giran solidarios. Esos dos discos se separan al pisar el pedal del embrague.

En ese momento podemos cambiar de marcha. Luego acelerar un poquito e ir soltando el embrague, para que ambas piezas se toquen y el motor pueda transmitir su fuerza a las ruedas.

Si se suelta el embrague muy poco a poco, el punto de fricción (cuando se tocan ambos discos) dura demasiado y el embrague se puede quemar (o desgastar). Si se suelta muy rápido, el motor transmite su fuerza con brusquedad a las ruedas.

Si se encuentra el punto justo, se irá soltando el embrague progresivamente, ambos discos se irán tocando a la velocidad justa, y la potencia del motor llegará a las ruedas progresivamente.

La conducción se hará sin tirones.

Y yo no le he encontrado aún el puntito, y voy dando tirones, lo que provocará que la vida útil del embrague de mi coche disminuya.

Más información sobre el embrague aquí.

24 de septiembre de 2007

De parranda con Josep

Como expliqué en Hoy conocí a Josep , el viernes pasado conocí a Josep en persona.

Veo que hoy ha dejado un comentario en su blog, De parranda con José Luis.

En mi caso no pensaba publicar nada hasta mañana, puesto que hoy es festivo en Barcelona (es La Mercé, nuestra patrona). Pero quienes lean esa entrada de Josep, quizás vengan a mi blog, y quedaría muy feo que no hubiera puesto nada yo ¿verdad?.

Como dije en 'Hoy conocí a Josep', en días posteriores iré comentando algunas de las cosas que salieron el viernes, y que pueden ser útiles para mucha gente novel como yo.

:-)

22 de septiembre de 2007

6 meses

Tal día como hoy, hace 6 meses hice mi examen práctico para obtener el carnet de conducir B, y lo aprové.

En ese examen tuve mucha suerte, porque la examinadora vino de muy buen rollo. De los tres que nos examinamos aprovamos dos. Una chica suspendió por saltarse un Stop.

Ese día, antes del examen, hicimos clase el chico que aprovó y un servidor. La chica la había hecho el día anterior. Pero íbamos los tres juntos en el coche.

Eso me lleva a pensar en poruqé no lo hacemos eso más a menudo. Está muy bien ir con otros alumnos, y aprender de sus errores (y que ellos aprendan de los tuyos). Además, cada uno puede pagar sólo una hora de clase (en la que conduce), pero el resto del tiempo también aprende.

Bueno, me ha hecho gracia poner ésta entrada, porque no me di cuenta que ayer se cumplían 6 meses. O sea, éste blog tendría que haber empezado ése día.

:-)

(Mi Civic lo compré a principios de Mayo, por tanto ya queda menos para mis 6 meses conduciendo; que serán 5, porque en agosto no pude conducir nada, ya que estuve de vacaciones en Galicia).

Hoy conocí a Josep

Quizás la persona que más comentarios dejó en mi blog ha sido Josep Camós (Curvas Rectas). Hoy lo conocí en persona. Salimos del mundo virtual de Internet para vernos en el mundo real de Sant Cugat, al ladito de TVE.

Después de las horas que pasamos juntos, pude comprobar que será un excelente profesor de autoescuela. Y la idea de ir apuntando en una libreta las cosas a comentar la podrá aprovechar cuando de clases, para que sus alumnos recuerden todos los consejos y enseñanzas.

Hicimos un recorrido desde Sant Cugat a Barcelona, y otra vez a Sant Cugat en mi coche (conduciendo yo), y luego nos dimos unas vueltas en su coche (conduciendo él).

Saliendo de Sant Cugat, hicimos el recorrido que hago muchas veces yo para irme a casa. Fuimos en mi coche por los Túneles de Vallvidriera, dirección Barcelona, hasta el peaje. Una vez allí nos salimos hacia la carretera de Vallvidriera.

La carretera de Vallvidriera, al llegar a Vallvidriera, obliga a girar a la izquierda por obras. Por tanto, nos fuimos hacia la carretera de la Rabassada. Ésta termina en Vall d'Hebron. Ahí buscamos un lugar donde parar el coche y comentar algunas cosas más. El parking de autobuses del CosmoCaixa fue el lugar que elegimos.

Luego volvimos a Sant Cugat, por la carretera de Vallvidriera (ir por los Túnels no tenía gracia, porque era todo autopista). Esta carretera termina en los Túnels, dirección Terrasa.

Una vez en los Túnels, directos a Sant Cugat. Allí había dejado aparcado su coche Josep. Y allí cambiamos de coche. Cogimos el de Josep. Fue su turno para mostrarme algunos errores míos al conducir, como soltar el embrague muy rápido.

En otros posts iré comentando varios puntos que salieron hoy (sino esta entrada será demasiado larga y ni yo mismo seré capaz de leerla entera).

Para finalizar, quiero dar las gracias a Josep por sus consejos. Tanto los de hoy, como todos los que ha ido dejando en mi blog a lo largo de estos meses. Espero (y se que lo hará) que siga dejando comentarios.

¡¡ Muchas gracias Josep !!
:-)

19 de septiembre de 2007

¡¡ Qué susto !!

Había ido a comprar material de oficina al Abacus que está en Ausias March, cerca de Plaza Urquinaona.

Aparqué en el parking que hay en esa plaza (entrando por Ausas March). Recordaba haber dejado el coche en la primera planta (¿para qué ir mas abajo?). Y recordaba que cerca del mio no había ningún coche blanco.

Cuando volví, fui hacia la zona donde había dejado mi coche. Si fijarme mucho, busqué el primer coche blanco que vi, y me dispuse a meter la llave.

Pero antes de llegar a la puesta me fijé en el lateral del coche, la parte que queda encima de la rueda delantera. Tenía un bollo bien majo, y una rallada.

Como sólo me había fijado en el color, no en el modelo de coche, pensé que era el mio, y me dí un buen susto. Porque cuando lo aparqué esta mañana en mi trabajo, estaba bien. Pero media hora en ese parking le había dejado un bollo y una rallada.

La rayada la hubiera podido quitar sin problemas, eran marcas de pintura oscura. El bollo seguramente me hubiera costado más.

Cuando intenté abrir el coche, me di cuenta que la cerradura no era como la mía. Entonces miré el coche y me dí cuenta que aquel coche no era el mio.

Seguí caminando un poco, y cuatro o cinco coches después encontré mi Civic, tal y como lo había dejado, sin bollos ni ralladas.

:-)

17 de septiembre de 2007

¿Me deja entrar?¿No me deja entrar?

Necesitaba deshojar una margarita, con el "me deja entrar" (y arranco una hoja de la pobra margarita), "no me deja entrar" (arranco otra hoja), "me deja entrar" (arranco una nueva hoja),...

Pobre margarita. Por suerte no tenía ninguna margarita a mano, así que tuve que resolver el dilema yo solo.

Entrando en la Ronda de Dalt. Retención. Tráfico detenido. La entrada es larga. El coche que está delante mío ha entrado (un coche le ha dejado entrar). Detrás de ese generoso coche (bueno, generoso conductor) otro coche, digamos 'A'.

A mi me toca entrar delante de 'A', si me deja. El tráfico avanza lentamente. 'A' también avanza y no parece que me vaya a dejar entrar.

Yo no me quedo parado en el carril de aceleración. También voy avanzando. Cuando ya estoy pegado a 'A' miro al conductor, que descaradamente mira a su izquierda (algo muy importante debía de haber allí).

Se supone que 'A' debería facilitarme mi incorporación a la Ronda. Y, según tengo entendido, una norma no escrita en ningún lado dice que, en caso de retención, cada coche deje entrar a uno de los coches que están esperando en el carril de aceleración.

Pues 'A' parecía que no tenía intención de dejarme entrar. Fuimos avanzando. Llegó un momento en que pensé que mejor pararme y dejarlo pasar. Pero luego me dió un arrebato y pasé de todo. Seguí metiendo el morro.

Al final cedió. A fin de cuentas él llevaba un coche nuevo. O eso debió pensar 'A'.


Duda
Esto me lleva a una duda interesante. Según el código de circulación, 'A' tenía prioridad sobre mí, porque él ya estaba en el carril al que yo pretendía incorporarme.

Pero por otro lado, la misma ley dice que 'A' debería facilitarme la incorporación, cosa que no hacía (me la entorpecía).

Una contradicción entre normas ¿no?

:-)

15 de septiembre de 2007

Accidente Mortal.

Muchas luces. Una ambulancia, algunos coches de la Guardia Urbana. Un accidente. En la ciudad de Barcelona.

Me paré ante el semáforo (en rojo) y aproveché para intentar ver si los heridos estaban graves o no. Pero la ambulancia había parado de tal forma que hacía de muro, y no me dejaba ver nada.

Al ponerse verde el semáforo, arranqué. Era el primero, y encima mi carril es que no estaba cortado por el accidente. Arranqué, y no pude resistirme a mirar el accidente, con el coche ya en movimiento.

Ya se que no debería haberlo hecho. Antes de mirar comprobé que frente a mi, y a mis lados, no había nadie a quien pudiera atropellar, ni nada con lo que chocar.

Entonces miré. Ahora la ambulancia ya no me tapaba nada. Lo primero que vi fue el cadáver de una persona, porque estaba tapado con una manta térmica (de esas que parecen papel de aluminio).

No miré más. No esperaba ver alguien muerto, solo heridos. Espero que el herido al que atendían se recupere de sus heridas.

13 de septiembre de 2007

Carretera de Vallvidriera

Introducción
Este verano aproveché viajes a Lugo, Ferrol y Betanzos para observar cómo conducian los conductores de los autocares en los que yo viajaba. De paso, conocer las carreteras gallegas.

Recuerdo que subiendo una carretera llegamos a una curva. El conductor la tomó a unos 60 Km/h. En esa carretera no había límite de velocidad (bueno, mentira, estaba el límite de velocidad de ese vehículo en esa via). Esa curva, en mi coche, la hubiera tomado a 40 Km/h.

Tomando como referencia (o sea, como ejemplo) el autocar, probé a conducir por las curvas de la carretera de Vallvidriera sin frenar demasiado, pero tampoco conduciendo como un loco.

Subida a Vallvidriera
En la subida hasta Vallvidriera hay una curva cuya velocidad recomentada es 30 Km/h. En esta no me fijé mucho, pero seguramente iba a menos de 30 Km/h, ya que siempre la he tomado muy lento, y no pensaba cambiar esa tradición.

En otros curvas de esa subida, se recomienda ir a 40 km/h. En este caso procuré mantener tanto la velocidad como el control de la dirección. Lo que me pasaba normalmente es que entraba a 40 Km/h, pero dando menos gas, con lo que la velocidad me bajaba bastante.

Hoy no, hoy mantuve la velocidad y no morí en el intento.

Finalmente, otras curvas no tienen velocidad recomendada. Alguna tiene la prohibición explícita de ir a mas de 50 km/h. En estos casos, por desgracia, siempre mantuve los 40 km/h.

La aproximación a esas curvas siempre era a velocidad alta (por encima de 50 Km/h). A pocos metros de la curva dejaba de acelerar, frenándose el coche hasta los 40 km/h. Ahí volvía a dar gas para no perder más velocidad.

Bajada hacia Barcelona
En la bajada no hay límite de velocidad (que yo recuerde, igula me equivoco). Si hay varias señales de Velocidad Maxima Recomenda, a 40 km/h.

En todas las curvas intenté entrar a esa velocidad. A diferencia de lo que hacía antes (y tomando como ejemplo los autocares en que viajé, que aceleraban en la curva) aceleré al salir de la curva.

Aquí lo que me interesa destacar no es si tomo bien la curva en bajada o no. Yo se que si entro muy rápido en la curva, la curva me puede y tiendo a dar volantazos, con el consiguiente riesgo de invadir el sentido contrario.

Y no es que el coche se vaya. Es la sensación que me deja la fuerza centrípeta; me despista y me confunde, y me parece que el coche se va a ir, cuando la realidad es que está tomando la curva sin problemas.

Hoy lo pude comprobar. Entrando a los 40 Km/h recomendados, tomaba la curva sin problemas. La sensación provocada por la fuerza centrípeta no me pudo esta vez, y vi que la trayectoria era la correcta. No necesitaba dar ningún volantazo, pues mi coche se mantenía en el carril derecho.

Al salir de la curva el coche se habrá frenado. Pongamos a unos 30 Km/h. En otras ocasiones no aceleraba hasta que el coche estaba recto (si mi profe de autoescuela leyera esto se enfadaría conmigo por no haber aprendido). Hoy aceleré un poco antes de salir de la curva, recuperando los 40 Km/h.

Únicamente en un par de curvas, que ya conocía, entré más lento de 40 km/h, por si acaso.

Epílogo
Tendré que repetir esa ruta unas cuantas veces, tanto de subida como de bajada (hasta ahora siempre la he hecho dirección Barcelona).

No se que pensareis, pero yo creo que sería buena idea que los profes de autoescuela, además de enseñarte a conducir (con el alumno al volante), de vez en cuando deberían enseñarte conduciendo ellos mismos.

Lo digo porque cuando me estaba sacando el carnet cogí muchos taxis, autobuses y también itentaba ir en coches de amigos, para tomarlos como referencia y ver cómo conducían, cuándo frenaban, cuando aceleraban, cómo tomaban curvas difíciles, etc.

No se, es una idea. A fin de cuentas el alumno debe pagar para aprender a conducir, no únicamente para aprobar el exámen.


Dedicado a CGAS.

Nuevo blog: Circula Seguro

Javier Costa publica ésta noticia en su blog:
Arranca “Circula seguro”, el blog de seguridad vial de Weblogs SL.

El link al nuevo blog es éste:
Circula Seguro

En él participan (entre otros) Josep (Curvas Rectas) y euskanbria.

No se cuanto tiempo lleva funcionando, yo lo he descubierto hoy. Me lo iré leyendo en los próximos días.

Espero que os guste.

:-)

12 de septiembre de 2007

Cambio de carril.

Autopista. Trafico intenso. Todos circulábamos rápido (yo a 80 Km/h, claro, pero eso ya es rápido ¿no?).

Un coche, un cambio de carril, del carril izquierdo al derecho. Apareció de la nada. Y se metió delante mio.

Sinceramente, no se cómo lo hizo aquel conductor para calcular que su coche cabría en el hueco que separaba el mio del vehículo que me precedía.

Pero de haber errado el cálculo hubiera podido chocar yo con él, o él con el de delante.

Esa maniobra, en la Fórmula 1, es muy espectacular. Pero en una autopista, con tráfico intenso y sin retenciones, es muy peligroso.

El conductor de aquel turismo debía disfrutar lo suyo. Yo disfruté cuando lo perdí de vista. No se cuánto habrán disfrutado el resto de conductores con los que compartió la autopista.

:-)

(maniobra temeraria, al realizar un cambio de carril sin la seguridad de que no pondrá en peligro la vida de nadie y que la podrá terminar sin obligar a modificar la trayectoria y/o velocidad de otros vehículos).

11 de septiembre de 2007

Fin de las vacaciones

Se me acabaron las vacaciones. Pero ya tengo otra vez mi coche. Una cosa compensa a la otra, je je.

Realmente fue buena idea dejar el coche en un parking. Y con mi gran fortuna, lo pude dejar entre dos columnas, de forma que quedaba protegido por los flancos. Solo la retaguardia y el frente tenían riesgo. El frente, poco, porque estaba alejado del carril. La retaguardia sí tenía algo más de riesgo (que alguien no frene a tiempo en su marcha atrás y choque con mi coche).

Pero el coche estaba bien, así que me apunto ese parking para el año que viene volver a dejar el coche ahí.

Hoy me dí un garbeo por la ciudad. En Plaza Espanya casí me doy con otro coche que frenó de repente, porque delante suyo otro coche frenó. Pero reacioné a tiempo y no pasó nada.

Luego pillé la A-2, hasta que me harté de autopista. Entonces le puse a mi GPS rumbo a mi trabajo (mi intención no era ir a trabajar, sino pillar la C-58, y esa era una buena forma de hacerlo). Luego cogí la C-58, pero hacia Sabadell.

Están celebrando las fiestas de la ciudad. Tienen atracciones chunguillas. Una es tipo dragon can, y otra es un brazo en cuyos dos extremos van las cabinas con los "pasajeros". El brazo gira y da miedo solo de verlo (no digamos subir). Adrenalina a tope.

Después de la pausa en Sabadell, vuelta a BCN por la C-58. En una de las entradas un BMW conducido por un joven se me puso detrás, pegadito a mí (menuda entrada en la autopista hizo el tio). Finalmente me adelantó (o se hubiese aburrido detrás mio). Pero me dio un buen susto cuando lo vi aparecer detrás mio tan de repente.

Esta entrada tiene poco interés. Solo muestra los efectos del parón de un mes sin conducir. 30 minutos conduciendo tranquilo fueron suficientes para pillarle el "tacto" al coche de nuevo, y poder conducir como lo hacía antes (o sea, con todo el cuidado que puedo).

En cuanto a los 80 Km/h, me despisté un par de veces en la autopista y me puse a 100 Km/h (dejando de la lado las incorporaciones a la autopista, donde siempre supero los 80 Km/h, porque no puedo mirar retrovisores, autopista y velocímetro al mismo tiempo). Pero en general conseguí mantenterme a 80-90 Km/H.

Y cuando iba más rápido, miraba el retrovisor para que nadie chocara conmigo, y aceleraba un poco menos hasta que me frenaba a mi velocidad máxima legal (además, a esa velocidad me siento muy cómodo, así que yo encantado).

Un saludo a tod@s.

:-)

8 de septiembre de 2007

A Lugo

Pues viajero me veo, a pocos días de volver a Barcelona.

Por la tarde subí a Lugo en un autocar que va por autovía, directo. Una hora y poco tardó en llegar. La vuelta, en autocar pero por carretera nacional (N-VI), más lento y con paradas en muchos pueblos.

En la autovía nada que contar. Sólo un peaje desde A Coruña hasta Lugo. En la nacional, pues tampoco mucho que contar.

Bueno si, una cosa. El Panel direccional permanente. Se supone que si hay uno, es que tengo una curva algo peligrosilla.

Si tengo dos de esos paneles, uno encima de otro, la curva es aún más chunga. Y si gtengo tres, ya me puedo cagar patas abajo.

Pues viniendo de Lugo vi unas cuants curvas de ese estilo, con dos o tres paneles. Pero las curvas no eran nada del otro mundo, diria yo. Así que no le veo la utilidad a esos paneles, sinceramente (a uno solo sí, para indicar la curva, pero a dos o tres ya no).

Bueno, una dudilla más para añadir a la lista. O una queja, según como se mire.

Del viaje nada más que contar. Y de la estancia en Lugo (aunque no tenga nada que ver con éste blog) pues muy guapa la ciudad. La catedral necesita una buena restauración, la muralla que rodea a la ciudad antigua está bastante bien conservada y da gusto pasear por ella.

A la parte "moderna" de la ciudad no entré, porque no tuve mucho tiempo. Ví que había una ruta del tapeo. Me lo apunto para el 2008, je je.

Un saludo a tod@s !!!

5 de septiembre de 2007

A Ferrol, Ciudad del Civic

Si, éste finde me fui a Ferrol, pero en autobus.

La idea era circular por las carreteras gallegas, pero con chófer. Y dado que soy pobre para alquilar una limusina, me pillé un billete de bus, que tampoco está mal.

No pude ir en primera fila, con buena vista de la carretera, porque dos yayas se sentaron delante, así que tuve que ir en segunda fila.

El autobús pasaba por varios pueblos, comunicándolos con A Coruña y con Ferrol. Muchas de las carreteras por las que pasé habían sido arregladas (re-asfaltadas) y tenian un piso estupendo.

Al llegar a Ferrol ví muchos Civic (bueno, muchos mas de lo que suelo ver en A Coruña), por eso digo eso de Ciudad del Civic.

A Ferrol llegué sobre las 20h. Estuve callejeando un rato y a las 21h me fui a cenar. Pero se me hizo un poco tarde, y a las 22 salí corriendo hacia la estación de autobuses. Llegué muy pronto, en 10 minutos, pero mejor así. Lo malo es que me quedé si postre. Es lo bueno de tener coche, que puedes perder media hora sin perder el coche. Con el autobús eso no pasa. A las 22h30 tenía que cogerlo, o quedarme en Ferrol.

El viaje de vuelta fue de noche. El autobus usó casi todo el rato las luces de cruce (no las largas). Se nota que el conductor conocía el recorrido.

En la vuelta sí pude ponerme en primera fila. Fui mirando el velocímetro del autobus. Curvas que yo hubiera tomado a 40 Km/h él las tomaba a 60 Km/h. Me tengo que mirar eso de conducir en carretera, no puede ser que yo vaya a 40 Km/h.

:-)

Por supuesto, en ningún momento superó el límite de velocidad. Soy yo el zopenco, incapaz de tomarlas a 60.

El viernes igual me voy a Lugo, también en autobus.