Imaginate la siguiente situación.
Tienes un Tuareg en el carril más externo de una carretera de tres carriles, con trafico un pelín denso.
Delante suyo, a escasos centímetros, un turimo (digamos un Ford Focus).
Delante del Focus no hay nadie. Hay un espacio de unos 50 metros (por decir algo). Y tras ese espacio, otro turismo. Pongamos un Mini.
El Tuareg presiona al Focus pegándose a su culo, para que se aparte y le deje continuar su camino a más velocidad. El Focus ya va a la máxima velocidad de la via.
El focus ve al Tuareg por el retrovisor, y se aparta.
El Tuareg mete un acelerón de la hostia y en un plis se planta detrás del pobre Mini.
El conductor del Mini debió quedar super-acojonado, porque no tardo ni 2 décimas de segundo en apartarse y dejar que el Tuareg avasallase al siguiente conductor.
:-(
5 comentarios:
Personalmente considero que en el global de la humanidad no hay persona más estúpida que la que presiona a las demás al volante para intentar imponer su ritmo. El otro día, por ejemplo, de noche y en una carretera llena de curvas, en la que se hace bastante peligroso superar los 40-50 km/h, se me pegó un tío al culo, con el típico coche que ves a la legua que son los de "pegarse al culo". Como me cabrea mucho esta actitud, yo siempre opto por tomármelo aún con más calma. El caso es que, ante mi sorpresa, acabó adelantándome en plena curva, a unos 60-70 por hora, sin ninguna garantía de que fuese a aparecer nadie por el carril contrario. Me quedé sencillamente alucinado ante la gloriosa perfección que puede llegar a alcanzar la estupidez humana.
Dejando claro, pues, por adelantado, lo mucho que me molestan los Fitipaldis de la vida, me gustaría decir que también es cierto que siempre que se puede, hay que ir por el carril de la derecha, y por lo que cuentas, parece que esos coches podían hacerlo pero iban por la izquierda. No importa que vayas a la máxima velocidad legal permitida, si alguien la supera, es su problema, pero todos tenemos la obligación de ir por los carriles de la derecha si se puede. Otro caso bien distinto es que estuvieran adelantando a otros vehículos, y en ese caso, hasta que no completan el adelantamiento, no tienen por qué abortarlo, aunque haya un cafre que les esté presionando.
Nada... para estos casos: antinieblas traseras. Mano de santo. Le pegas al contacto y que se enciendan. El frenazo que pegará el idiota del Tuareg será para reír durante semanas...
Lo que me chocó fue la rapidez con que se plantó detrás del siguiente turismo.
Luego, sobre ese segundo turismo hizo lo mismo que sobre el primero. Ponerse detrás para presionar.
Pero lo que intentaba explicar realmente en éste post es la rapidez con la que se plantó detrás del segundo coche.
Parecía un ave de presa capturando a un pequeño ratoncillo.
:-)
Easydriver, eso mismo me pasó a mi, también de noche, hace unos cuantos meses ya.
Tuve que poner el retrovisor en la segunda posición, porque la luz me estaba deslumbrando.
Tal es así que yo iba con las luces cortas y no necesité poner las largas, a pesar de no haber luz y haber muchas curvas.
En estos casos prefiero que me adelanten y me dejen tranquilo. Si se quieren matar, que lo hagan ellos solos.
Hombre Aitor, cuanto tiempo.
Bienvenido por estos lares...
:-)
Publicar un comentario