En algunas ocasiones me he encontrado con conductores que no me han dejado meter en un carril. Ellos tenían prioridad, claro, pero si pongo el intermitente y vamos todos a paso de tortuga, no les cuesta nada dejarme meter.
Pero yo diría que han sido más numerosos los conductores amables y comprensivos que sí me han dejado entrar. O que han perdonado alguna de mis maniobras no muy ortodoxas.
En esos casos, intento ser agradecido y dar las gracias (con un gesto con la mano), pero a veces el tráfico me puede, y me olvido de dar las gracias.
Si alguno de esos conductores amables me lee:
¡¡ Muchas gracias !!
No hay comentarios:
Publicar un comentario