Hoy quise provar mi GPS (y a mí mismo, porque no decirlo) yendo a algún lugar desconocido. Elegí El Papiol y Molins de Rei.
Primero me estuve dando una vuelta por Sant Cugat. Cuando me cansé de callejear, miré mi GPS y me dije: "El Papiol tiene buena pinta".
Pillé un montón de tráfico, muchos camiones. Pero al final conseguí llegar. Tampoco me paré mucho, enseguida busqué un nuevo destino: Molins.
La salida de El Papiol fue un poco accidentada. No es que dude de mi GPS (sonrisita sarcástica) pero me hacía bajar por una calle que ni con bici de montaña y espiritu suicida hubiera bajado. Mucha gravilla, más camino que carretera.
Así que pasé soberanamente y me desié a la izquierda. Me hizo dar una buena vuelta, pero al final acabé en la misma carretera por la que había subido.
Y de ahí hasta Molins fue coser y cantar. El cabo de un par de kilómetros había que girar a la izquierda; pero ese giro estaba regulado por un semáforo.
Por suerte para mí, ya había un par de coches parados ante ese semáforo. Yo solo seguí las indicaciones del GPS: pongase en el carril de la izquierda y gire a la izquierda.
Y ya estaba en Molins. Estuve callejeando un rato, pero había demasiada gente, demasiados pasos de peatones; había que ir lento porque había muchos niños, y nunca se sabe, los niños son impredecibles. Minimizar riesgos.
Y para Barcelona me vine. Interesante experiencia, ir por el carril de más a la derecha. Justo en el siguiente carril, camiones de gran tonelaje. Me adelantaron varios (mi Civic se sonrojó un poco porque no le dejé correr lo que él queria).
Al llegar a Barcelona, atasco en la ronda litoral. Me salí hacia Colón, y de ahí para casita.
:-)
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