Una ardilla asustada

Vacaciones
Hoy era mi último día en el trabajo. No porque cambie de trabajo (aún no) sino porque hoy empezaba mis vacaciones. Hasta el 11 de septiembre.

Caldes de Montbui
Me fuí hasta Caldes de Montbui. Buscaba un restaurante donde comer, pero los que llevaba mi GPS debían estar anticuados, porque miré dos y no vi que fuera restaurantes.

Al final encontré un Caprabo y compré un par de cosillas. Usé mi coche como mi restaurante particular.

La llegada a Caldes fue un poco accidentada, porque mi GPS me metió por un camino sólo apto para todoterrenos. Por suerte era un camino de tierra. Digo por suerte porque al salir de ese camino rasqué un poco los bajos. Anduve buen rato preocupado que no le hubiera hecho nada a la mecánica, pero aparentemente no pasó nada.

Sentmenat
Desde Caldes me fuí a Sentmenat. En realidad no tenía planeado ir a ese pueblo, yo quería ir a las montañas que veía desde Caldes. Pero no lo conseguí.

Y como tenía hambre, decidí buscar un sitio con sombra en Sentmenat y comer lo que había comprado. Como soy un tío listo, vi una calle que tenía el asfalto un poco viejo. A su lado una nueva calle, con el asfalto más nuevo, servía para que los coches circularan.

Al ver esa calle casi abandonada, pensé que ya no se usaba para nada, y me metí en ella. Aparqué bajos unos árboles que daban una sombra muy agradable. Y aparqué en el lado izquierdo, así cuando me bajaba daba directamente a una plazoleta, en vez de al asfalto.

Al cabo de un rato ví venir un autobús urbano hacia mí. Comprendí que aquella calle no se usaba casi por el tráfico privado (que usaba la calle paralela, con mejor asfalto), pero sí la usaba el tráfico público.

El autobús me esquivó y siguió hasta la parada. Por tanto descubrí que había aparcado en el lado izquierdo de una vía de doble sentido y encima lo había hecho en contra dirección. ¡¡ Toma normas !!.

Castellar del Vallés
Desde Sentmenat, después de haber comido y transgredido unas cuantas normas de circulación, me fuí para Castellar del Vallés.

Cuando anduve callejeando por sus calles me dí cuenta que ya había estado, porque una calle la reconocí, y a partir de ella encontré otras que también me eran conocidas.

Sant Llorenç Savall
Desde Castellar me fuí a Sant Llorenç Savall, un pueblecito entre montañas, muy bonito.

Al salir de ese pueblo cogí la BP-1241. Cogí ésta carretera por error, porque andaba callejeando y una calle me llevó a ésta carretera, y luego no tuve ganas de dar media vuelta.

Esa carretera va hacía Sant Feliu de Codines, pasando antes por Gallija. Es una carretera comarcal. Caben dos coches, pero han de pasar muy juntitos. Por tanto, hay que ir muy pendiente que no haya peatones y que no venga un coche de frente.

Una carretera muy solitaria, encontré pocos coches, un par de motos, algunos peatones, y poco más. ¡¡ Ah sí !! Una ardilla, poco antes de llegar a Gallija.

La ardilla cruzó la carretera y se encaramó a una roca. Aún recuerdo el sonido de sus uñas rascando la roca, intentando no caerse. Y lo consiguió, se quedó bien agarrada a la roca.

Sant Feliu de Codines
En Sant Feliu de Codines no me paré. Programé el GPS para volver a Barcelona. El GPS me llevó hacia la C-59. En ese camino pasé al lado de un perro abandonado que no hacía otra cosa que caminar en la misma dirección, sin amo, haciendo eses.

Haciendo eses porque se iba del arcén a la calzada, al lado de los coches, y de ahí volvía al arcén. No se si intentaba cruzar la carretera y al ver tráfico se volvía, o esperaba encontrar a su dueño. No vi que llevara collar, quizás su anterior dueño se lo quitó antes de abandonarlo.

Me dió mucha pena la cara que ponía el perro, la tristeza de sus ojos. Estuve tentado de pararme y subirlo a mi coche.

Pero ... ¿qué hago yo con un perro?

Seguí mi camino hasta Barcelona.

Espero que aquel perro haya tenido una suerte que no pase por la perrera.