En la parte derecha de mi blog hay una serie de links a blogs que yo leo regularmente. Uno de ellos es el de Flor Zapata, ¡Quiero Conducir, Quiero Vivir!.
Flor perdió a su hija, Helena, en un trágico accidente de coche. Un borracho (un juez ha dicho que lo es) hizo que Helena perdiera el control de su coche al darle un toque al intentar adelantarla.
Helena murió en ese accidente. Ahora ya tenemos sentencia condenatoria. Casi tres años de prisión.
Ambas partes han recurrido la sentencia. La acusación (o sea, Flor) porque no lo han condenado a los cuatro años que pedía. La defensa, para intentar rebajar la pena (se basan en que el alcoholímetro de la Guardia Civil no estaba homologado y no es prueba válida).
Ojalá que tras la nueva sentencia (cuando se resuelva el recurso) signifique un aumento de pena para ese asesino.
Asesino y jeta, que a pesar de ser militar no tiene honor. Al final de juicio, en vez de pedir disculpas por lo que había hecho se limitó a decirle a los padres de Helena que él en su lugar también estaría cabreado.
Al menos un poco de dignidad, hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario