Ahora que ya puedo caminar relativamente bien, me dedico a dar vueltas por mi barrio. El médico me dijo que andara, pues yo ando.
Normalmente uso las dos muletas, porque la espalda me duele, y más caminando sólo con una muleta. Pero apoyo la pierna mala bastante, para que trabaje y también para que el hueso se vaya endureciendo. A fin de cuentas, hay una zona en la que aún no hay nada de hueso.
Como ya me aburro de caminar por los mismos sitios (un parque que hay delante de casa), y teniendo en cuenta que ya puedo andar mucho mejor que hace un mes, me decidí a visitar mi coche.
Mi coche lo dejó aparcado un tío mio cerca de su casa, porque cerca de la mía no había sitio. No está lejos, pero no me pillaba de camino en mis paseos diarios.
Hoy decidí cambiar el recorrido y pasar por mi coche para verlo. Me ha hecho mucha, pero que mucha, ilusión. Desde enero que no lo había vuelto a ver. Cuando la ambulancia me trae a casa, pasa por delante, y lo veo, pero es una visión muy fugaz.
Hoy me he podido pasar unos minutos caminando a su alrededor. He comprobado que los neumáticos no han perdido nada de aire (al menos nada apreciable). Supongo que para ellos no será bueno estar tanto tiempo en la misma posición, pero estaban muy nuevos e igual no se ven afectados por esos meses de parón.
No me llevé la llave para evitar tentaciones. Si hubiese arrancado no me hubiese resistido a hacer unos kilómetros en el coche. Así que las dejé en casa. Por tanto, no tengo ni idea de cómo está la batería.
Lo que no me gusta es la posición en la que está el coche. Esa calle está inclinada, unos 20 grados (por decir algo). No se si el aceite se irá escurriendo hacia atrás, y cuando lo enchegue si no me dará algún problema.
Pero bueno, estoy contento, porque ahora ya se que puedo ir andando hasta mi coche.
PD: Por cierto, que conserva la "L", aunque ahora ya no me toca llevarla, je je.
5 comentarios:
Los neumáticos están sufriendo, pero nada que no se pueda solucionar con unos cuantos kilómetros despacito para ir reacostumbrando al trabajo las gomas. Lo malo es que así pierden propiedades y se agrietan por falta de uso (como la piel, sólo que a las ruedas no se las rehidrata).
La batería seguramente esté más apagada que eurovisión en el 97. Mientras que no deberías preocuparte especialmente por la inclinación, siempre que el nivel de aceite sea el correcto debería soportar estar en esa postura sin que las piezas se vean afectadas al arrancarlo tras estos meses.
Y finalmente, me alegro de que hayas podido llegar hasta él. Y chico, para vivir en Barna, que barrio más tranquilo el tuyo que después de 5 meses ni te han jodido una ventanilla, viendo que el coche está "aparentemente" abandonado. Y tampoco los urbanos te han dado un toque para que lo lleves al desguace.
La guardia urbana no creo que tenga nada que decir. El coche está bien aparcado. Y mi tio lo limpia cada semana, así que no está sucio ni con aspecto de abandonado. Suerte de la familia que si no...
Lo que ya no entiendo es que ningún delincuente se haya fijado en él. Tanto tiempo parado en el mismo sitio tendría que levantar sospechas. Pero bueno, supongo que toda mi mala suerte quedó concentrada aquel fatídico viernes...
Y también me extraña que nadie le haya hecho un bollo o una rozadura, aparcando.
Al final voy a creer en los milagros.
:-)
Por cierto, Aitor, veo que has cambiado tú foto. Ahora te veo más elegante. Buen canvio (estético).
Bienvenido de nuevo a éste blog.
:-)
Sí... digamos que tuve que redactar un nuevo curriculum para una compañía muy importante dentro del mundo de la seguridad vial (una editorial) y decidí colocar la foto más elegante que encontré... o la más formal.
Hubo un tiempo en que trabajaba de traje, dormía 11 horas y me tocaba los huevos. Pero me aburrí :-P
Sobre lo del coche: teniéndolo limpito, pues efectivamente, ni abandono ni leches en vinagres. ¿Y no has querido que tu tío te lo mantenga arrancado un ratito cada semana? Le hubiera venido de maravilla al motor, o que incluso hubiera rodado un poquito.
No quise que nadie encendiera el coche porque donde está aparcado hay tres edificios a su alrededor.
Y la gente es buena en general, pero siempre hay algún cabrón que le puede molestar el ruido del motor, o el humo del tubo de escape (como si en Barcelona no hubiera humos).
Y se podría vengar metiendole un rayote al coche (o algo peor).
Me conformo con que el coche éste bien después de tres meses parado. Las ruedas me preocupan más, pero bueno, es lo que hay.
El coche ya me lo arrancará la asistencia en carretera de mi seguro; así le saco partido a los 1000 euros anuales que pago.
Suerte con el trabajo, Aitor.
:-)
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