Despues de mi experiencia en las Rondas, me decidi a subir la carretera de la Rabassada, hacia el Tibidabo.
Casi nada que contar, excepto una moto de gran cilindrada, que se me puso detrás (con el consiguiente riesgo para el motorista, que soy novato yo) y me adelantó enseguida (con gran alivio mio).
En la parte superior de la carretera vi un letrero que ponía Vallvidriera. Y para allí me fuí. Tuve que bajar un montón. Al final acabé en la carretera de Vallvidriera. Después de la experiencia del viernes, me dió un poco de miedo, pero ya no quedaba más remedio que bajar. Y para abajo me fui.
Esta vez la bajada fue mucho mejor. Solo una curva me dio problemas, pero sin perder el control en ningún momento.
2 comentarios:
¡Déu n'hi do el aprendizaje que te estás pegando, macho!
Eso que haces es genial. O, al menos, se parece mucho a lo que solía hacer yo, jeje. Cuando te aburras de ir y volver por la Rabassada, prueba otras carreteritas de conexión con el Baix Llobregat y con el Vallès (especialmente la que va de Cervelló a Gelida y la de Badalona a Mollet por la Conreria). Fliparás, pero aprenderás.
Esas experiencias me permitirán hacer un montón de entradas en mi blog.
:-)
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