Esa experiencia también se va notando en la Carretera de Vallvidriera, tanto de subida como de bajada.
Normalmente la subida no me da muchos problemas. Dos o tres curvas de subida son chungas, pero como voy hacia arriba, dejo de acelerar y el coche baja rápidamente de velocidad.
Los problemas de verdad están cuesta abajo. Pero hoy he controlado más. Procurando mantener una velocidad de 40 Km/h, tomaba las curvas fácilmente.
Tampoco me voy a engañar. Aún me queda mucho. E incluso entonces no podré confiarme, que a veces la veteranía juega malas pasadas. Pero me anima a seguir progresando.
Ahora cuando bajo y tomo una curva, ya no me despista tanto la sensación de aceleración salvaje que noto (la fuerza centrípeta, supongo). Porque al salir de la curva y mirar el velocímetro, veo que no voy más rápido, sino más lento. Entré a 40 Km/h y salgo a 30 o 35 Km/h.
Voy mejorando. Pero soy realista. Despacito, sin prisas, que aún queda mucho de llevar la "L" y ser novel.
:-)
1 comentario:
Sinceramente, no me parece que a ti te pueda crear problemas la veteranía cuando la tengas, más que nada porque eres un conductor concienciado y no creo que eso lo cambie ni el tiempo ni los kilómetros. ¡Enhorabuena!
Publicar un comentario