En la A-2 venía hacia Barcelona.
En un momento dado, ví que dos carriles iban hacía la ronda de dalt (los dos de más a la izquierda); el resto no recuerdo hacia dónde iban.
La cosa es que había 5 carriles, y yo iba por el de más a la derecha. Tenia que cambiarme al menos tres carriles.
Los dos primeros no supusieron pega alguna. El trafico iba muy fluido.
El problema fue para cambiarme al siguiente carril (ya estaría en los dos que me llevaban a la Ronda de Dalt). Porque por ese carril venía un autocar, y venía a unos 100 Km/h.
Delante del autobús, suficiente hueco para meterme. Detrás ya no.
Y veo que se me empieza a acabar el carril. O me cambio, o me voy para otro sitio.
Dado que el autobus mantenía la posición (yo ya había acelerado para intentar meterme en "su" carril), decidí acelerar aún más y meterme. Me fue bien. Me puse a 100 - 110 Km/h y conseguí adelantarlo.
No con mucha distancia, todo sea dicho, pero sí que lo hize con decisión, sin que me tiemble el pulso (para entendernos).
2 comentarios:
Ese problema es tan habitual en las entradas a Barcelona... La respuesta tipo para estos casos es "ten previsión con el cambio de carril para evitar que te impidan meterte a última hora". A veces es tan fácil decirlo...
Con el tiempo aprendes que, si no te dejan cambiar de carril, siempre puedes seguir adelante e ir a parar a un sitio que quizá no sea el que te interesaba, pero hacer turismo siempre está bien. No hay mal que por bien no venga. :-D
Es una forma de verlo. Pero a mí me parece más sencillo dejarle a uno cambiarse de carril si pone el intermitente.
Quizás aquel conductor era accionista de Acesa (y por tanto, dueño de la autopista),pero eso no le da derecho de uso en exclusiva.
Yo cuando veo que alguien quiere cambiarse, le ayudo. Pero como diría mi profe de prácticas: "cada uno, es cada uno".
:-)
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