Cuatro meses llevaba sin cortarme el pelo.
Cuando estaba en el hospital aún no lo tenía muy largo, y no me lo corté.
Cuando volví para casa un mes después, ya lo tenía un poco más largo, pero no podía ir a cortarlo, porque me cansaba enseguida de andar, y hasta la peluqueria hay un buen trozo, cuesta arriba.
Durante un par de meses, mi mobilidad estaba seriamente limitada, porque me cansaba enseguida y porque la pierna me dolía.
Pero cuatro meses después, ya puedo menearme bastante bien. Así que hoy decidí cortarme el pelo.
Mal rollo, porque había un grupo de chicos en la entrada. Mientras me cortaba el pelo, ellos hablaban de sus cosas. Uno comentó que le quedaba sólo un punto, el resto se los habían quitado por borracho. Y no se avergonzó de decirlo.
1 comentario:
Hace un tiempo me contaban el caso de una chica que se quejaba de que le hubieran soplado sus 8 puntos de conductora novel "por una tontería". Total, porque iba un poco más rápido de la cuenta, la pararon, le quisieron hacer la prueba de la alcoholemia y se negó.
Sin comentarios. Realmente, la peña no es consciente de lo que lleva entre manos. Y así nos va.
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