En mis dos años de carnet he tenido varias oportunidades de soplar. Me han parado unas tres o cuatro veces. Pero siempre me dejaban ir, sin hacerme soplar. Me preguntaban algo, me miraban a la cara, y me dejaban seguir.
Pero este viernes pasado no. Me hicieron soplar.
Me encontré un control donde nunca lo había visto, y por allí había pasado varias veces en estos dos años. Me hicieron apartarme a un lado, me pidieron el carnet de conducir y la documentación del coche.
Y en mal momento. Porque en mayo me vence el seguro. Aunque ya tenía el nuevo recibo, aún no había situado los papeles en el orden correcto, y tuve que mirar que no le diera los del año pasado.
Luego me hicieron soplar. Me dieron una boquilla cerrada con plástico hermético, y tuve que ponerla en el aparatito y soplar, soplar, soplar. Un poco más y me quedo sin pulmones. Los pobres estaban pidiendo la hora, jeje.
Al final, la tasa de alcohol fue más alta de lo que yo esperaba: 0.0.
Si, ya se, era lo de esperar, porque nunca bebo alcohol cuando conduzco. A veces, si mis amigos se piden una botella de vino, bebo media copa, que no creo que me llevase a dar ni 0.1.
En fin, mi primera experiencia en el peliagudo tema del alcohol y la conducción. Por mi parte, superado con sobresaliente.
:-)
PD: guardo la boquilla con la que soplé, en casa, de recuerdo.
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