Honda Civic LSi

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Mi primer coche

17 de mayo de 2007

Autopista

Después de la Terrorífica entrada en la Ronda de Dalt me dije que no valía la pena salir por la siguiente salida (la posterior a Can Caralleu) y que era mejor pasar un ratito más en la ronda.

La siguiente salida (había entrado por Can Caralleu) era la 10 (Pedralbes), pero ya he dicho que no quise salir por esa.

Quiería estar un ratito más. La siguiente salida es la 11 (10 + 1, claro), la de Diagonal.

Y ahí me equivoqué, porque me acabé metiendo en la A-2. Lo malo fue salir, porque tuve que circular bastante, hasta encontrar la primera salida.

La entrada en la A-2 fue más sencilla. Si mal no recuerdo entraba en un carril, que era mío. No era un carril de aceleración, sino un carril que se "añadia" a los carriles que ya tenía esa autopista.

Cuando ví la primera salida, pues para afuera, claro. La de Sant Just. Y nada más salir, un premio: una rotonda.

Veo que para volver a Barcelona tengo que salir de la rotonda por la izquierda. Suerte que mi profe no vio mi salida de la rotonda, y suerte que había muy poco tráfico, sino la hubiese liado de nuevo. Vamos, que lo de cambiarme al carril de la derecha para salir, nada de nada. Salí desde la izquierda. Eso sí, sin cortar la trayectoria a nadie (queda dicho).

Bueno, consigo salir para meterme en otra rotonda. Nuevamente tenía que girar a la izquierda, pero no ví ninguna indicación de Barcelona, y seguí recto. En seguida me dí cuenta que iba mal.

Mas adelante, una tercera rotonda (deben regalarlas, porque hay muchas). Y ahí hago un cambio de sentido (vamos, dar media vuelta).

Vuelvo a la rotonda anterior, y ahora sí veo la indicación a Barcelona. Y para allá me vuelvo.

Y claro, toca entrar en la autopista. Pero qué es una entrada en la autopista para un tío curtido como yo (mira mi entrada anterior en éste blog, sobre mi entrada en la Ronda de Dalt).

Veo que viene uno, pero se aparta y me deja entrar (¡¡¡ Gracias tio, eres grande !!!, no como el del Megane). Acelero. 3ª, 4ª y 5ª.

Y para Barcelona.

Cuando llego, veo la indicación para ir a la Ronda de Dalt.
Y para allá me voy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes de haber el doble juego de rotondas de Sant Just - Sant Joan Despí había allí un par de stops donde al pasar las ruedas hacían ¡crac crac! de la de cristales que pisaban. Era un verdadero punto negro. El problema es que la doble rotonda tampoco es que solucionara el problema de fondo: demasiada masificación, que según yo lo veo no se arregla canalizando una vía ya construida, sino añadiendo vías alternativas para dispersar el mogollón de gente.